Limita el uso de información confidencial exclusivamente a la oficina
La información confidencial es aquella que, si cae en las manos equivocadas, puede causar problemas graves para una persona o una organización. Ejemplos:
- Números de clientes o empleados
- Contraseñas o accesos a sistemas
- Información financiera
- Proyectos estratégicos
- Datos médicos o personales
Limitar su uso a la oficina significa que esa información solo debe abrirse o manejarse dentro del entorno seguro de la empresa, no desde casa, cafeterías, aeropuertos o redes públicas.
¿Por qué es un problema llevarla fuera?
Cuando se accede a información confidencial desde dispositivos personales o redes no seguras:
- Se puede interceptar la conexión (por ejemplo, en un Wi-Fi público).
- Los dispositivos personales pueden estar infectados con virus o tener menos protección.
- Si alguien pierde una USB o laptop, la información podría terminar en manos equivocadas.
- Hay mayor riesgo de filtración accidental (como enviar algo por error desde una cuenta personal).
¿Qué hacer si ya ocurrió?
- Notifica inmediatamente al equipo de seguridad de la empresa.
- Revisa qué información fue expuesta y si fue compartida con alguien.
- Cambia accesos o contraseñas que hayan estado involucradas.
- Desconecta o bloquea remotamente el dispositivo (si es posible).
- Limpia o formatea el equipo afectado, y verifica que no haya malware.
Recomendaciones para prevenir:
- Evita trabajar con información confidencial fuera de la oficina, a menos que uses una conexión segura (como VPN).
- No copies archivos sensibles a USBs o correos personales.
- Accede solo desde dispositivos corporativos que tengan antivirus, actualizaciones y monitoreo activo.
- No dejes abierta tu sesión en apps o sistemas cuando termines.
- Si trabajas desde casa, asegúrate de tener una red protegida con contraseña fuerte.